Modelo Económico
La teoría económica es una disciplina que tiene por objeto, hablando en forma amplia, el estudio de los aspectos económicos. Ahora bien, vale preguntarnos qué son o cómo se definen los aspectos económicos dentro de la realidad social. No ha resultado un tema sencillo el acuerdo sobre la definición del objeto de estudio de la economía.
Una de las definiciones más utilizadas es la de Lionel Robbins: “la ciencia que estudia la conducta humana como una relación entre fines y medios limitados que tienen diversa aplicación”; A. Smith define el objeto de la economía como “la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones “; D. Ricardo como “las leyes que rigen la distribución de los productos de la tierra”;en tanto que para C. Marx el objeto de estudio implica “poner al desnudo la ley económica del movimiento de la sociedad moderna”; para A Marshall el objeto de estudio debe centrarse en “las acciones del hombre en los asuntos ordinarios de la vida”. Así podríamos seguir listando las distintas definiciones dada por pensadores de la economía a través de la historia.
Esta dificultad en la definición del objeto de estudio de la economía se debe a que es una ciencia social y por ende compleja. Para sintetizar podríamos concluir en que la economía es una ciencia social y empírica que se ocupa de estudiar cómo se administran los recursos escasos susceptibles de usos alternativos para la satisfacción de unas necesidades humanas que son ilimitadas, utiliza para ello unos instrumentos de análisis con la intención de explicar y predecir los fenómenos observados que acontecen en la actividad económica.
Para abordar el estudio de la realidad económica es necesario, de alguna manera, simplificarla; mantener determinadas variables bajo control. Precisamente para esto, es que se construyen los modelos económicos. Pasemos entonces, a descubrir qué se entiende por modelo en economía.
Como dijimos con anterioridad, la economía es profundamente compleja, (como toda la realidad, “social” o “natural”). Por lo tanto, el estudioso de esta intrincada realidad no tiene otro camino que desarrollar una estrategia de “aproximación” basada en la simplificación.
Simplificación y Abstracción de la realidad que a través de supuestos, argumentos y conclusiones explica una determinada proposición o un aspecto de un fenómeno mas amplio.
Esta simplificación se basa en abstraer elementos, los cuales entiende como los más importantes determinantes del segmento de la realidad que pretende estudiar. Construye un esquema, no idéntico a la realidad, sino aproximado por simplificación, se dice que ha construido un “modelo”. Es decir, una representación sencilla de la realidad (o de uno de sus aspectos).
Vele advertir que no hay que confundir el modelo con la realidad misma. Recordemos que este último es una simplificación de la realidad. Cuanto más sencillo sea el modelo económico que planteemos, más fácil resultará utilizarlos para dar respuestas generales a las preguntas del tipo “qué sucedería si”, pero menos detalladas serán las predicciones obtenidas.
Supuestos en Economía
Características de los supuestos
Los modelos económicos se construyen sobre unos principios de partida, llamados “supuestos”. Tales supuestos cumplen el mismo rol que los postulados en geometría. Es decir que:
- No están sujetos a deducción de otros principios más básicos.
- Son “razonablemente” verdaderos pero no necesariamente comprobables.
- Funcionan como premisas en la estructura lógica para deducir las conclusiones y correlaciones que se encuentren en los niveles más bajos de generalidad.
Podemos decir entonces, que las explicaciones teóricas hacen referencia a “relaciones” invisibles, cuya existencia es propuesta por la teoría, y cuyas implicaciones son deducidas lógicamente, y luego corroboradas por observaciones. Constan de:
- Supuestos (p.ej. los sujetos quieren maximizar sus ganancias).
- Variables relevantes (p.ej. el precio y la cantidad).
- Hipótesis vinculante (p.ej. cantidad demandada en función del precio).
- Conclusiones o predicciones de hechos observables (p.ej. el precios subirá)
Conducta Racional
Los modelos económicos suponen que el comportamiento de los individuos es “racional”, en el sentido de que se toman aquellas decisiones que son más efectivas para ayudar al individuo a alcanzar sus propios objetivos, cualesquiera que éstos sean. El comportamiento racional de los individuos exige que éstos actúen coherentemente con un conjunto sistemático de preferencias. Ante cada decisión, el individuo, enfrenta rendimientos y esfuerzos para valorar: fines vs. medios. Este patrón de conducta se concreta en el sujeto que –se supone- opera como agente de la actividad económica: el “homo economicus”. Un ejemplo de este accionar racional es la conducta que se propone para el consumidor, consistente en asignar sus recursos presupuestarios escasos de forma coherente con sus gustos.
Intento del sujeto de definir el mejor curso de acción que le dejará en una posición mas favorable de acuerdo a sus objetivos.
La racionalidad garantiza al sujeto económico un criterio estable, a partir del cual decide su actuación ante cada situación. En la medida en que los sujetos económicos actúen racionalmente, sus acciones serán predecibles y se podrán estudiar las consecuencias que tendrán sobre ellas un cambio en el entorno. Este supuesto de racionalidad no sólo se aplica al sujeto individual, sino a cualquier agente que lleva a cabo una acción económica.
Incluso la misma línea heterodoxa, la línea crítica constituida por la vertiente de análisis marxista, sostiene implícitamente “la conducta racional”. Podemos concluir que el supuesto de conducta racional (o sus sustitutos, como la “racionalidad limitada” de H. Simon) está presente en todas las teorías, entendiéndola como un intento del sujeto de definir el mejor curso de acción que le dejará en una posición más favorable de acuerdo a sus objetivos.
Individuos Racionales y Análisis Racional
En este punto resulta útil hacer la distinción entre individuos racionales y análisis racional. Definimos análisis racional como una teoría lógicamente coherente que nos permite derivar implicaciones o predicciones comprobables empíricamente sobre el comportamiento de grupos de personas. Si estas predicciones o implicaciones no son refutadas por la experiencia, se encuentra que la teoría racional o es consistente con los datos del mundo real: o se concluye que por lo menos ésta no ha podido ser rechazada. No se hacen pronunciamientos a cerca de si los individuos son realmente racionales; en una teoría racional, ningún hecho depende de la premisa que afirma que los individuos son lógicamente consistentes en sus procesos de pensamiento.
La Investigación Económica - La Teoría
En economía se emplea tanto el método inductivo (se considera como aquel que parte de la observación de la realidad para obtener principios generales) como el deductivo (es decir, aquel que consiste en el empleo de deducciones lógicas extraídas de axiomas “a priori” sin recurrir a la observación empírica). Así, a partir de la observación de los fenómenos naturales mediante procedimientos inductivos extraemos las hipótesis sobre el comportamiento económico, y, posteriormente, mediante la deducción, formulamos teorías y leyes. Tanto las teorías como las leyes no están aisladas de la realidad, sino que es preciso contrastar sus predicciones con la evidencia real con objeto de verificar su validez.
El proceso metodológico en Economía
A partir del sencillo supuesto de la conducta racional, de la introducción sucesiva de hipótesis auxiliares (según cada caso particular), y la presencia de la cláusula protectora “ceteris paribus”, se desgranan lógicamente todas las conclusiones de la teoría.
Al revisar la dependencia entre el análisis empírico y el teórico se pone de manifiesto que en Economía el método inductivo y el deductivo se complementan mutuamente, y que la evidencia empírica se encentra en el origen de las hipótesis y al término de las deducciones lógicas.
El procedimiento normalmente seguido en el desarrollo de la investigación en Economía tiene tres fases:
- En la primera se observa un fenómeno y nos preguntamos la razón por la que puede existir una determinada relación.
- En la segunda se formulan una serie de hipótesis y se desarrolla una teoría que intenta explicar el fenómeno observado.
- En la tercera se contrastan o verifican las predicciones de la teoría confrontándolas con los datos.
De esta forma se evidencia la relación continua que existe entre los modelos y los hechos, pues éstos proporcionan las relaciones que estamos tratando de explicar y, posteriormente, una vez formuladas las teorías, de nuevo se recurre a los datos para comprobar las hipótesis que sugieren éstas y para tratar de medir las relaciones de las que dependen sus predicciones.
Aceptación y Refutación de una teoría
El criterio para determinar si una teoría o un modelo es válido no radica en si realiza una descripción totalmente realista del fenómeno que pretende explicar, ya que ninguno lo hace, sino en si las predicciones derivadas del modelo son coherentes con la evidencia existente.
Ahora bien, aunque no podemos eludir el recurso a la evidencia para contrastar las teorías, sin embargo, nunca podemos probar taxativamente que una teoría determinada sea verdadera, pues siempre cabe la posibilidad de que en el futuro surjan observaciones que estén en conflicto con dicha teoría. Del mismo modo que nunca podemos considerar una teoría como definitivamente probada, tampoco es posible refutar una teoría para siempre. En general, cabe afirmar que una teoría debe abandonarse cuando predice peor que otras teorías alternativas las consecuencias de las acciones en las que estamos interesados. Cuando esto ocurre, la teoría se abandona y se reemplaza por otra que se ajusta mejor al fenómeno estudiado.
A esta altura de la exposición surge la pregunta crucial, cuya problemática respuesta da lugar a más de un debate: ¿deben someterse a prueba los supuestos o meramente las conclusiones? La respuesta, a nuestro modo de ver concluyente, nos llega desde la epistemología positivista, de la práctica cotidiana de otras disciplinas: sólo las conclusiones. Los supuestos son testeados, en cierto modo, de manera indirecta por la capacidad predictiva de las conclusiones. Si éstas concuerdan con la realidad, se aceptarán los supuestos de partida como razonablemente verdaderos.
Lic. Florencia Montilla
Julio de 2007
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Florencia Montilla "Modelo Económico" [en linea]
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