La Percepción Empírica de la Economía

Vimos las percepciones que enfatizaban el aspecto apriorístico de la Economía; también citamos a quienes aceptan la posibilidad de que en ciertas condiciones se puede aplicar el testeo a las principios abstractos.

Ahora veremos dos ejemplos de quienes ponen el acento en el testeo empírico y niegan los aspectos analíticos si éstos no responden a ese testeo.

T.W. Hutchison (The Significance and Basic Postulates of Economic Theory) (16)

Afirma que hay dos formas lógicas para concebir y expresar una proposición teórica, una de teoría pura y otra de teoría aplicada. La primera adquiere la forma de “si p entonces q” mientras que la segunda adoptaría la forma “dado que p, por lo tanto q”. De estas dos, sólo la segunda puede ser testeada empíricamente, puesto que es necesario testear si “p” es una premisa verdadera y “q” sería la aplicación de la primera, una vez que se ha establecido empíricamente la verdad de la premisa “p”. De este modo las proposiciones con contenido empírico son falsables y se diferencian de las proposiciones incondicionalmente necesarias; estas últimas pertenecerían al mundo de la lógica, de las matemáticas y de las proposiciones de la teoría pura. No está demás aclarar que las proposiciones incondicionalmente necesarias son vacías de contenido empírico, por lo tanto, la necesidad de las proposiciones de la teoría pura deriva sólo de relaciones entre definiciones sin contenido empírico. Al respecto, recordemos que en Menger las relaciones necesarias entre los conceptos de la teoría económica eran relaciones reales, que se daban en el mundo real.

Bajo estas condiciones, Hutchison se identifica con los neopositivistas pues la distinción que hacen éstos sobre las proposiciones fácticas y las formales, se basan en que las primeras nos informarían sobre hechos y serían empíricamente verificables probabilísticamente, mientras que las segundas no informan sobre nada real, pero son lógicamente necesarias. Hutchison dice que la utilidad de las proposiciones lógicas nos permiten pasar de una proposición empírica a otra; cuanto más claros sean los conceptos, más claras serán las respuestas de las investigaciones empíricas y porque permiten la verificación. Todo esto podría ser interpretado en el sentido de que Hutchison estaría limitando la aplicación del método deductivo-hipotético al análisis empírico. Destaca, por otra parte, que el análisis a priori de los postulados fundamentales no tiene ningún resultado útil, dado que asuntos tales como: el tipo de conducta de los empresarios, las expectativas, en la determinación de los precios, la experiencia que se logra de errores…. sólo pueden ser aceptadas por la investigación empírica respectiva, aunque no queda claro si el testeo que propone Hutchison deben aplicarse a los supuestos de la teoría o a sus consecuencias. La relación de Hutchison con Popper no queda muy clara, dado que éste otorga al falsacionismo la capacidad de acercarnos a la realidad de los hechos, aunque las hipótesis corroboradas no nos aseguren la verdad, nos ayudan a ir en pos de ella. Hutchison, por su parte rechaza absolutamente cualquier tipo de planteo a priori y exige la verificación para las premisas y las conclusiones a las que se arriban. Es el caso extremo del empirismo metodológico en la ciencia económica.

Milton Friedman (The Methodology of Positive Economics) (17)

En su opinión, la economía positiva es independiente de todo juicio de valor; no se ocuparía de lo que debe ser, sino de lo que es. La teoría debe proveer un sistema de generalizaciones que puedan usarse para hacer predicciones correctas y no reconoce una diferencia sustancias entre ciencias sociales y ciencias naturales. La predicción es un asunto muy importante para Friedman; la hipótesis será aceptada si la evidencia empírica no contradice sus predicciones y rechazada si sucede lo contrario. El criterio de sencillez que recomienda se refiere a la necesidad de reducir al mínimo el conocimiento inicial para el acto de pronóstico. La “fecundidad” sería la mayor precisión en el pronóstico. Pero la evidencia empírica no probaría la hipótesis, sólo dejará de desaprobarla lo que nos muestra una aplicación de la falsación popperiana y la imposibilidad de experimentos controlados sería únicamente una diferencia de grado con las ciencias naturales. Cuanto más significativa sea la teoría, más irrealistas serán los supuestos, debido a que una teoría será cierta si explica mucho a través de poco. Así, se aceptará una hipótesis falsa en sus supuestos lo que es una condición para su idoneidad porque se excluye hechos irrelevantes. De este modo, llega a su conocida afirmación de que una teoría debe juzgarse en función a su idoneidad para dar predicciones suficientemente ajustadas. Los ejemplos de este postulado en las ciencias naturales serían muchos; v.g, en la ley física, la caída de los cuerpos presupone un vacío que en la realidad no existe .También dice que se podría suponer que las hojas de los árboles se colocan como si buscaran conscientemente maximizar la luz solar y el jugador de billar se comporta como si conociera las leyes matemáticas que rigen los golpes que da a la bola. Del mismo modo, afirma que las empresas se comportan como si buscaran maximizar sus beneficios y tuvieran información perfecta. En síntesis, el valor del modelo de competencia perfecta no radica en que describa adecuadamente la realidad, sino en las acertadas predicciones que permite realizar en una gama amplia de circunstancias. La validez real de la teoría se aquilata según el método hipotético-deductivo, testeando las consecuencias de las hipótesis y no contrastando directamente las hipótesis mismas.

Las percepciones de Friedman nos llevan a la conclusión de que la teoría económica no vale por lo que explica de la realidad, sino por lo que predice; esto ha causado cierta disconformidad en varios de sus críticos, quienes consideran que una teoría que no explica nada es un instrumento utilitario que no está orientado al conocimiento de la verdad sino sólo a los resultados de una acción.

Autor: Mario Blacutt Mendoza

16. T.W. Terence Wilmot Hutchison, Routledge 1994
17. The University Of Chicago Press, Chicago and London

Como citar este artículo: 

Mario Blacutt Mendoza "La Percepción Empírica de la Economía" [en linea]
Dirección URL: https://www.zonaeconomica.com/teoria-valor-epistemologia/percepcion-empirica (Consultado el 22 de Dic de 2024)



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