Modelos en Europa
En el Boletín Económico de Información Comercial Española, el excelente semanario del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio (Secretaria de Estado de Comercio), en el número 2891 del 16 de octubre, hay un interesante artículo del profesor de Economía Aplicada en la UCM, Rafael Fernández Sánchez, sobre “Irlanda y Finlandia. Dos modelos de especialización en tecnologías avanzadas”. Un escrito en el que se comparan las experiencias de esos dos países, que durante el lapso 1994/2004 alcanzaron las tasas de crecimiento más elevadas de la UE. A base de reorientar sus economías hacia nuevos patrones de especialización, en sectores de tecnología avanzada que se han comportado de manera muy competitiva a escala internacional.
Claro es que, en ambos casos, ha habido, como trasfondo, una política industrial de largo plazo, con todo un marco de referencias —fiscalidad, I+D, trato preferente a las multinacionales, sistemas educativos avanzados, etc— que han favorecido el éxito de ambos modelos, con sus diferencias entre sí, de modo que el Doctor Rafael Fernández Sánchez llega a la conclusión de que “la estrategia irlandesa parece más brillante, pero la experiencia escandinava resulta más consistente”.
Ya sabíamos que dentro de la UE, Irlanda y Finlandia son países económicamente admirables, entre otras cosas porque dejan que la libre empresa se manifieste con toda libertad en sus capacidades creativas, buscando siempre lo último de lo último. Y no hay más que visitar las ciudades de Dublín y Helsinki —cosa que personalmente he hecho en los últimos tres años—, para percatarse de que la gente tiene ganas de vivir, disfruta, como se dice coloquialmente, a tope; y en general está muy en la línea de dedicación a su propio trabajo.
El antimodelo europeo actualmente hay que situarlo en Italia, con bajo crecimiento, inflación considerable, y una deuda pública que no logra rebajarse del 100 por 100 del PIB. Además, en el marco de una pesada burocracia intervencionista, que es el origen mismo de la huida de los italianos hacia una economía informal tan abundante como diversificada, e incumplidora de las obligaciones fiscales.
Muchos pensaban que esa situación, mezclada con la persistencia de factores típicos de “Estados dentro del Estado”, como la Mafia y la Camorra, eran el resultado de una larga tradición de miserias y corruptelas, en una Italia que no encontraba el camino de modernizarse, y mucho menos teniendo a la cabeza a un personaje como Silvio Berlusconi; que en cuatro años de gobierno, aparte de proteger sus propios intereses mediáticos y en otras ramas de negocios, se reía de sus conciudadanos. Pero hete aquí que con una persona tan sesuda como Romano Prodi —il Profesore— al frente del nuevo ejecutivo, las cosas, lejos de mejorar, incluso están empeorando. Lean Vds. la entrevista que en el Financial Times de hoy le hacen al citado Primer Ministro, y anterior Presidente de la Comisión Europea, para percatarse de los profundos males que hoy se abaten sobre Italia. Dos modelos y un antimodelo, that is the question.
Licencia de este artículo: http://creativecommons.org/licenses/by/2.0/
(algunos derechos reservados)
Fuente: http://blogs.periodistadigital.com/
Ramón Tamames "Modelos en Europa" [en linea]
Dirección URL: https://www.zonaeconomica.com/blog/ramon-tamames/modelos-en-europa (Consultado el 21 de Dic de 2024)